
Cuando somos concebidos o concebidas ya tenemos el color que nos definirá: Si es hembra, rosado, si es varón, azul. Aquí comienza todo de manera individual, pues a nivel de sociedad ya ha iniciado hace muchos siglos.
A medida que vamos creciendo e integrándonos al sistema familiar nos siguen trazando la pauta y el camino: a la hembrita le regalan juegos de cocina, bebés, planchas, escobitas y artículos para el cuidado del pelo, maquillaje,...